¿Chupón? Si toca, toca

chupon

Los bebés que sufren de molestias gastrointestinales o están irritados por cualquier razón suelen querer succionar para calmarse. Es un reflejo de los recién nacidos diseñado para alimentarse pero también para intentar apaciguar la molestia que sienten y que no saben de dónde viene. Esto hace que las mamás nos confundamos entre necesidad de succión y hambre, y luego estamos pegadas del seno a un bebé que no para de llorar. Cuando mi doctor me recomendó que acostumbre a mi bebé al chupón para que sea una herramienta para tranquilizar su llanto me negué. Nunca quise dárselo y me parecía que era algo artificial e innecesario que luego me iba a ocasionar problemas cuando sea hora de quitárselo. Aunque me rehusé, mi doctor también recalcó que alimentar todo el tiempo a un bebé que llora hace que su sistema digestivo trabaje constantemente y eso no le permite descansar. Cuando ya estuve harta de tener que pasar enchufada a mi bebé, decidí que tenía que intentarlo.

Las primeras veces cogió el chupón encantado y realmente le ayudó a dormir y a calmar su llanto. Había días que mi pequeño pasaba con el chupón en la boca y yo me preguntaba si realmente era lo mejor; a veces incluso se le hacía una marca en los labios de tanto succionar, pero la razón por la que tenía tiempo de pregúntame estas cosas era porque él podía dormir. Entonces entendí que si esta herramienta funcionaba, era mejor ponerla en práctica. Para que el chupón funcione sin problema, es importante que el chupón sea de la edad adecuada del bebé y que siempre esté esterilizado. Además hay tantas marcas de chupones con formas diferentes que a veces se debe buscar cuál le gusta a tu hijo. Si tu bebé no coge fácilmente el chupón, puedes leer diferentes trucos que me han funcionado a mí en TIPS.

Leave a comment